¡Hola a todos y a todas! Soy Ana, mamá de dos peques llenos de energía y alegría. Hoy quiero compartir algunas ideas sobre cómo practicar la gratitud en casa. La gratitud es una de las cualidades más hermosas que podemos fomentar en ellos, y puede llevarlos lejos en la vida. Aquí hay algunos consejos y actividades que hemos encontrado efectivos en nuestra familia:
1. El Poder de las Palabras
En este punto os quiero recomendar un cuento super lindo titulado “El poder de las palabras”, que podréis encontrar en tienda y que os encantará como a nosotros de principio a fin.
Acompañando al cuento, os diré que nuestr@s peques siempre se van a fijar en sus referentes, y si nos escuchan leerles el cuento, preguntarles y ponerles ejemplos será sembrar esa semilla de la gratitud.
2. Practica lo que predicas
Si quieres saber cómo practicar la gratitud en casa, lo primero que tienes que tener en cuenta es que las niñas y los niños aprenden observando a los adultos que les rodean. Sé un modelo a seguir para ellos. Muestra gratitud por las pequeñas cosas en la vida, como un hermoso día soleado o una deliciosa comida casera. Cuando vean que lo haces, aprenderán a hacerlo también. En nuestro caso fue así, casi sin darnos cuenta y apenas con 4 palabras, la palabra gracias ya estaba integrada su vocabulario y bien usada por mis peques.
Al igual que el saludo , mis vecinos y vecinas se llegaban a sorprender de que apenas siendo bebés, ya saludaran. Para que veáis, ¡os cuento una anécdota! Cuando mi mimoso iba por la calle y se cruzaba con cualquier persona siempre saludaba, y repetía varias veces el saludo hasta que no se lo devolvían, y cuando no lo hacían ponía ojitos… Y, ¿Cómo le explicas a un bebé de meses que hay personas que no saludan o no dan las gracias?porque ni yo misma llegaba a entender como podían negar algo tan simple y sencillo a una vocecita tan tierna.
3. El Diario de Gratitud
Un diario de gratitud es una herramienta maravillosa para fomentar la reflexión y la apreciación. Pueden hacerlo juntos antes de acostarse, compartiendo cada uno tres cosas por las que están agradecidos ese día. Esto también fomenta un vínculo emocional especial. En casa seguimos unas rutinas sencillas pero que se repiten día a día y una de ellas es que cuando cenamos juntos hablamos del día y comentamos la suerte que tenemos de algunas cosas: que suerte tener una variedad de frutas de postre para elegir, o que suerte tener agua potable del grifo. En nuestros viajes hacemos muy presentes que las cosas no están ahí porque sí, ni para desperdiciar, y poco a poco ves como lo van integrando en su vida cotidiana.
4. Actividades de Voluntariado
Participar en actividades de voluntariado como familia es una forma poderosa de enseñar gratitud. Cuando los niños ven a otras personas en situaciones difíciles y cómo sus acciones pueden hacer la diferencia, aprenden a valorar lo que tienen. Como por ejemplo las campañas de recogida de alimentos, o de recogida de juguetes cuando llega la Navidad.
5. La Regla de «Dar y Recibir»
Enséñales a dar a los demás y a recibir con gratitud. Pueden hacer tarjetas de agradecimiento para las personas que les han hecho un favor o les han dado un regalo. Al ser pequeños y no saber escribir, les comento que pueden hacer dibujos, y es sorprendente como ya sobre todo mi mimoso mayor me pide hojas para hacer el dibujo y agradecer o felicitar. Esto les mostrará la importancia de reconocer la bondad de los demás.
6. El Juego de las Historias de Gratitud
Este es un juego divertido que puedes jugar en la cena o antes de acostarse. Cada miembro de la familia comparte una historia sobre algo por lo que está agradecidos ese día. Puede ser cualquier cosa, desde encontrar una flor en el camino hasta recibir ayuda de un amigo. En nuestro caso lo hacemos con mímica es un gesto más de ir acostumbrado al cuerpo a bajar de velocidad, del día frenético, y con gestos poder expresarnos dándole mas valor y de una manera mas consciente.
7. Manualidades de Agradecimiento
Fomenta la creatividad y la gratitud al hacer manualidades juntos. Pueden hacer tarjetas de agradecimiento, collages de cosas que aprecien o incluso un «árbol de gratitud» donde cuelguen hojas con cosas por las que están agradecidos.
Algo tan simple como colocar frases (post-it en el frigo o en el baño en nuestro caso, para poder repasarlos y verlos) que nos ayuden a valorar lo que sí tenemos en el día a día, no solo cuando lo perdemos.
8. Enseñar la Importancia de Compartir
Habla con ellos sobre compartir con quienes tienen menos. Pueden juntar juguetes que ya no usen y donarlos a una organización benéfica. Esto les mostrará cómo su gratitud puede convertirse en acción.
Aplica estos tips que te ayudarán a saber cómo practicar la gratitud en casa y poco a poco verás resultados. Recuerda que la gratitud no es algo que se aprenda de la noche a la mañana, sino a lo largo del tiempo. Sé paciente y constante en tus esfuerzos por cultivar esta hermosa cualidad en tus hijos e hijas. Con amor y guía, estarás sentando las bases para que sean adultos agradecidos y compasivos.
¡Gracias por unirte a mí en este viaje de crianza! ¿Tienes alguna actividad o consejo especial que funcione en tu familia? ¡Compártelo en los comentarios!
Con cariño, Ana ✨